martes, 12 de febrero de 2013

Cuentos y algo más

                                  LOS CUENTOS

La narración de cuentos desde edades tempranas no sólo es importante como motivación a la lectura sino como acción generadora de lazos afectivos.

El momento del cuento, en la escuela o en la familia, debe suponer un momento muy especial, un tiempo para compartir, para sentirse importantes y únicos, tanto el que lo cuenta como el que lo escucha. Un tiempo en el que el entorno real se confunde con el mundo fantástico del niño y se entrega por completo a él.


Los cuentos abren al niño un amplio abanico de posibilidades que, en su pequeña experiencia cotidiana, posiblemente no hubiera imaginado nunca por su variedad de temas, situaciones, ambiente y personajes.

A partir del cuento el niño conocerá la bondad de unos, la difícil vida de ciertas personas, los problemas y luchas por la existencia entre los hombres y entre los animales, los diferentes tipos de vida según ambientes y sociedades, y cómo se pueden ver las cosas a través de otros ojos.

En el mundo que se construye a través del cuento, el niño construye multitud de elementos fantásticos que adquieren vida propia, liberando el subconsciente de frustraciones, tensiones y miedos, estimulando la creatividad y encauzando positivamente estas emociones.

Para Bruno Bettelheim, lo que tienen de positivo muchos cuentos es que plantean una serie de situaciones problemáticas que el héroe o protagonista de la historia –con el que el niño tiende a identificarse- acabará solucionando.

Para Gianni Rodari “el primer conocimiento de la lengua escrita no ha encontrado ningún itinerario más rico, más lleno de color y más atractivo que el de un libro de cuentos”

Dice este autor en su libro Gramática de la fantasía que el niño al escuchar un cuento no solo intenta comprender la historia ,también establece analogías,deducciones,busca entender el significado de las palabras realizando una actividad descifradora.

Construye estructuras mentales, proponiéndose relaciones como “yo-los demás”, “yo-las cosas”, “las cosas inventadas y las reales”.
También mide el tiempo (“una vez”,“ahora”) y el espacio (lejos,cerca).

En la estructura del cuento el niño contempla las estructuras de su propia imaginación, al tiempo que se fabrica otras nuevas, construyendo un instrumento indispensable para el conocimiento y dominio de la realidad.

De esta forma le sirve para involucrarse, conocerse, medirse.
Por ejemplo para medir su miedo .El niño puede jugar a tener miedo.Si la voz de la madre que evoca la “fiera” lo hace en la paz y seguridad del hogar, el niño puede desafiarla sin miedo (construcción de mecanismos de defensa).
 Fuente:Revista Imaginaria
 
 
"Quiero cuentos, historietas y novelas pero no las que andan a botón. Yo las quiero de la mano de una abuela que me las lea en camisón."
María Elena Walsh


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